martes, 10 de diciembre de 2019


HELECHOS PROTEGIDOS DE CANTABRIA



En Cantabria existen siete especies de helechos protegidas, seis de ellas incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Cantabria (CREAC): Culcita macrocarpa y Pilularia globulifera en la categoría “En peligro de extinción” y Vandenboschia speciosa, Hymenophyllum tunbrigense, Dryopteris corleyi y Asplenium petrarchae dentro de la categoría “Vulnerable”. Otra especie más, Woodwardia radicans, no está recogida en el CREAC pero sí está protegida mediante su inclusión en la Directiva 92/43/CEE (Directiva Hábitats).

Culcita macrocarpa es un helecho muy robusto en su óptimo desarrollo, cuyas frondes llegan a alcanzar hasta tres metros de longitud. Además de por su gran tamaño se caracteriza por el aspecto verde brillante y coriáceo de sus hojas, hasta cinco veces pinnatisectas y que surgen del rizoma en forma de macolla laxa.

Se trata de una especie que requiere, en general, una elevada humedad atmosférica, temperaturas suaves a lo largo de todo el año y condiciones de sombra. Pertenece al grupo denominado “relictos macaronésicos”, cuyo origen está en un proceso de especiación a partir de taxones de carácter tropical en la Región Mediterránea, probablemente durante el Mioceno, quedando restringidos posteriormente debido a eventos climáticos y geológicos a zonas con condiciones ecológicas similares a las miocénicas (archipiélagos macaronésicos, sector Aljíbico andaluz, litoral atlántico europeo). En Cantabria habita en ambientes de aliseda o avellaneda, en ocasiones insertos en plantaciones forestales de eucalipto, conociéndose actualmente sólo cinco poblaciones en la región. La mayor amenaza para su conservación es la degradación del hábitat, generalmente por la explotación forestal.



Culcita macrocarpa



Pilularia globulifera es una especie acuática de pequeño tamaño que vive en zonas encharcadas poco profundas. Posee hojas filiformes que surgen en grupos de 2-4 de los nudos espaciados de un rizoma delgado y ramificado. Se caracteriza por presentar esporocarpos (estructuras protectoras en las que se encuentran los soros) de forma más o menos esférica y color castaño en la base de las hojas, que le otorgaron su nombre específico. Es una especie de carácter eurosiberiano, distribuida principalmente por Europa occidental. En Cantabria se conoce su presencia únicamente en tres puntos de la montaña central, en uno de los cuales ha desaparecido al rellenarse la zona húmeda en la que se encontraba, siendo este tipo de actuaciones sobre su hábitat (rellenos, drenaje) la mayor amenaza para su supervivencia.



Pilularia globulifera



Vandenboschia speciosa (= Trichomanes speciosum) es un helecho que se caracteriza por el  aspecto translúcido de la lámina de sus frondes, ya que está constituida por una sola capa de células. Las frondes aparecen esparcidas a lo largo de un rizoma oscuro que repta por la superficie de las rocas en las que se suele encontrar, llegando a formar en ocasiones densas manchas de frondes entremezcladas.

Se trata del único helecho europeo con fase gametofítica perenne e independiente, capaz de reproducirse vegetativamente mediante gemación, existiendo poblaciones en las que únicamente se conoce la fase gametofítica. Este gametofito presenta una estructura filamentosa y tacto afieltrado. Es también un relicto macaronésico que se refugia en hábitats con unas condiciones de umbría permanente, un grado de humedad próximo a la saturación y temperaturas suaves, donde crece sobre rocas ácidas. En Cantabria se la puede encontrar en arroyos encajados, con saltos de agua y cubiertos por una densa vegetación de ribera, donde puede llegar a ser localmente abundante. La mayor amenaza para su conservación es también la degradación del hábitat por la explotación forestal intensiva, habiéndose reducido su presencia en la zona oriental de la región por este motivo.



Vandenboschia speciosa



Hymenophyllum tunbrigense pertenece a la misma familia (Hymenophyllaceae) que la especie anterior, con la que comparte muchas características biológicas y ecológicas, encontrándose frecuentemente en los mismos lugares. Se caracteriza por su pequeña talla, con frondes que alcanzan como mucho 11 cm y de lámina también translúcida salvo en el nervio central. Normalmente se observa con soros, de aspecto subgloboso y protegidos por dos valvas con el margen dentado.

Se trata de una especie heterocórica, de origen antiguo y con una amplia distribución por todas las regiones del mundo, encontrándose en la fachada atlántica de Europa y  archipiélagos macaronésicos pero también en África suroriental, Nueva Zelanda y el continente americano. En Cantabria, como se ha dicho, presenta una distribución pareja a la de Vandenboschia speciosa.



Hymenophyllum tunbrigense



Vandenboschia speciosa e Hymenophyllum tunbrigense



Dryopteris corleyi es una especie endémica de la Cornisa Cantábrica, estando su distribución conocida limitada al este de Asturias y noroeste de Cantabria. Se trata de una especie descrita recientemente, en el año 1982, y considerada como el resultado de un proceso de hibridación entre las especies Dryopteris oreades y Dryopteris aemula. Es semejante a otras especies del mismo género, pudiéndose diferenciar por su lámina triangular-lanceolada, de color verde oscuro, algo coriácea y bipinnada salvo en las pinnas basales, que son tripinnadas o casi. También se caracteriza por presentar soros notablemente grandes en el envés de las frondes.

Habita normalmente en brezales sobre sustratos silíceos (areniscas, cuarcitas) en zonas próximas a la costa, a veces bajo plantaciones de eucaliptos o pinos. En Cantabria se puede encontrar en el extremo occidental de la franja costera y en el Desfiladero de La Hermida. Las principales amenazas a las que está sometido son la explotación forestal y los incendios.



Dryopteris corleyi


Asplenium petrarchae, por su parte, es una especie que en la Península Ibérica se distribuye fundamentalmente por la franja mediterránea y algunas zonas del interior. Las escasas citas cántabras, todas en Liébana, se localizan a unos 300 km de las más cercanas, en el este de La Rioja. Se trata de un helecho de pequeña talla, parecido al común culantrillo (A. trichomanes), del que se diferencia por tener el raquis y la lámina densamente cubiertos de pelos glandulíferos y el raquis verdoso, al menos en su tercio superior. Habita en grietas y fisuras de roquedos calizos. En Cantabria sólo se la conoce de dos o tres sitios de la comarca lebaniega, siendo muy escasa.




Asplenium petrarchae (Foto de A. Ceballos).


Por último, Woodwardia radicans es otra especie de gran tamaño, con frondes que llegan a superar los dos metros. Éstas presentan habitualmente un aspecto arqueado, llegando a entrar en contacto con el suelo la parte apical, donde se forman yemas (“bulbilos”) a partir de las que se desarrollan nuevas plantas.

Se trata de otro relicto macaronésico que se suele encontrar en lugares umbrosos y húmedos, como barrancos y taludes en bosques riparios, normalmente en sustrato silíceo pero a veces también sobre materiales carbonatados. En Cantabria es relativamente frecuente en este tipo de ambientes, llegando a formar en algunas zonas extensas poblaciones.



Woodwardia radicans


viernes, 1 de febrero de 2019

La familia Anacardiáceas en Cantabria


A propósito del libro "Árboles, arbustos y trepadoras en Cantabria"







Describimos ocho especies, cuatro caducifolias y cuatro perennes. De las ocho tres son autóctonas y una asilvestrada, siendo el resto únicamente cultivadas. Podemos diferenciarlas con la siguiente clave:


1- Hojas simples................................................................................. Cotynus
1- Hojas compuestas..................................................................................... 2

2- Flores con 3 carpelos................................................................................ 3
2- Flores con 4-5 carpelos......................................................... Harpephyllum

3- Flores sin periantio, pero con brácteas florales.............................. Pistacia
3- Flores con cáliz y corola.......................................................................... 44

4- Flores con 5 estambres, número igual al de pétalos............................ Rhus
4- Flores con10 estambres, doble número que pétalos........................ Schinus

Dentro del género Pistacia hay dos especies autóctonas en Cantabria, la cornicabra y el lentisco.

- Pistacia terebinthus L. (cornicabra): Arbusto caducifolio de hojas alternas y compuestas, con un número impar (3-11) de folíolos coriáceos, de margen entero, que se colorean de rojo antes de caer.



Cornicabra en el monte Buciero.


- Pistacia lentiscus L. (lentisco): Arbusto perenne, de hojas con un número par de folíolos que salen de un eje alado.



Lentisco en Mioño, sobre calizas cretácicas.


La cornicabra es la especie de más amplia distribución en Cantabria, saltando de la costa oriental (de Santoña a Castro Urdiales) hasta la parte baja de Liébana y, de forma más puntual, Valderredible. Su nombre común se debe a la forma de las agallas que aparecen en algunos ejemplares. Mientras, el lentisco se encuentra en la zona costera del municipio de Castro Urdiales.

Dos especies emparentadas, ambas caducifolias, y famosas son: Pistacia vera L., de la que proceden  los pistachos, y Pistacia atlantica Desf. (almácigo canario).

Rhus es el género donde se encuadran los zumaques. Las dos especies que se pueden localizar en la región son caducifolias:

- Rhus coriaria L. (zumaque europeo). De hojas adultas compuestas con número impar de folíolos de borde dentado y con pecíolo parcialmente alado.  




Zumaque europeo.


- Rhus typhyna L. (zumaque de Virginia). Con folíolos más largos y  pecíolos no alados; frutos rojos en densas agrupaciones típicas.



Zumaque de Virginia.


La primera especie tiene una distribución con puntos costeros, como la bahía de Santander y la zona cercana a Santo Toribio en Liébana. La segunda se cultiva y está asilvestrada en bordes de los ríos Pas-Pisueña, como Toranzo y Vargas, también en colinas de Camargo.
  
El género Schinus tiene dos representantes cultivados, ambos de hoja perenne y sudamericanos: Schinus molle L. (pimentero falso de Perú), con sus folíolos estrechos no pasando de 8 mm de anchura, y Schinus terebinthifolius Radd. (bálsamo de Misiones), de folíolos más anchos (1-2 cm). que puede verse en el parque de las Llamas de Santander. En ese mismo parque está también otra especie perenne: el sudafricano Harpaphylum caffrum Bernh ex C. Krauss (ciruelo de los cafres).




Pimentero falso del Perú.



Bálsamo de Misiones.




Ciruelo de los cafres.



- Cotynus coggygria Scop. (árbol de las pelucas): Especie del sudeste europeo, caducifolia; sus anchas hojas poseen los nervios secundarios basales casi perpendiculares al nervio central. Cultivado, por ejemplo, en el Parque del Agua de Santander o en los alrededores de la Escuela de Minas de Torrelavega. Hay variedades de cultivo de hojas muy oscuras.



Árbol de las pelucas.


Otras especies relevantes de la familia son:

- Anacardium occidentale L. (anacardo). Perenne del NE de Sudamérica
- Mangifera indica L. (mango). Perenne del sur de Asia
- Spondias purpurea L. (ciruelo de Castilla). De México a Perú.
- Toxicodendron vermicifluum F.A.Barkley (barniz de China o árbol de la laca).


viernes, 21 de septiembre de 2018


El municipio de Escalante y adiciones  al libro "Flora de Escalante"


El municipio de Escalante, con algo más de 15 Km2, se sitúa entre los ríos Campiazo, al oeste, y la zona de desembocadura del río Asón, al que afluyen pequeños cursos de agua que recorren el municipio, como el Runiego y el Concejo, por el este. 
Frente a la última curva de la ría del  Asón, en el borde del puntal de Laredo, una entrada de la ría (de Treto) deja ver en bajamar sus sedimentos limosos bordeando el monte de caliza cretácica de Montehano. También afloran margas y areniscas cretácicas en el municipio.




Desde la sierra de Baranda, en la zona conocida como La Pica, hay vistas a la ría del Asón, que permiten contemplar al puntal de Laredo con apariencia de casi chocar con el monte Buciero, tras la elevación  de Montehano. También se aprecian la playa y dunas de Berria separando al Buciero del monte Brusco.
La zona de la Pica posee un pequeño humedal, que probablemente constituye el punto donde los hipéricos de turbera (Hypericum elodes) se acercan más a la costa en toda Cantabria, mientras por la vertiente del Campiazo ocurre algo parecido con la verónica de las boticas (Veronica officinalis).



En las rocas de la base de Montehano que dan con esta cola marismeña del Asón se ha instalado fuera de dunas la pegamoscas (Ononix natrix) una planta que en Cantabria se da sólo en la zona costera oriental.  Hacia Bárcena de Cicero también se prolonga esta entrada de la marisma.
El río Campiazo proveniente del Municipo de Hazas de Cesto y tras su paso por Beranga, donde  está colonizado por el ranúnculo acuático (Ranunculus penicillatus), entra en la parte oeste del Municipio  de Escalante, con bosque de ribera y sotobosque de la umbelífera de flores blancas (Chaerophyllum hirsutum), antes de llegar a Meruelo y desembocar separando Arnuero de Bareyo, en la ría de Ajo.  El río está colonizado junto al puente del molino de Solorga por un cañaveral del escirpo lacustre (Scirpus lacustris) y por la planta flotante llamada Potamogeton natans.
Arnuero, Argoños y Escalante son de los pocos  municipios de la región que poseen silvestre al arbusto llamado durillo  (Viburnum tinus), que florece al final de febrero en sus encinares. 
En la zona de la Pica de Escalante,  destaca la extensión de alfombras de la planta reptante de hojas redondeadas: Sibthorpia europea. Mientras una zona humeda (tremedal) con musgos esfagnos bajo las macollas de Molinia caerulea y arraclanes rodeados de eucaliptos, muestra los hipéricos de turbera (Hypericum elodes) floreciendo a primeros de julio con murajes de tremedal (Anagallis tenella), tercianaria azul (Scutellaria minor) y varios juncos: Juncus bulbosus, J. acutiflorus, J. conglomeratus y J. bufonius, además  las ciperáceas: Carex demissa  y Scirpus fluitans (=Eleogiton fluitans).  


Correcciones al libro Flora de Escalante:

-La pequeña crucífera Coronopus didymus tiene sobre su texto, en la página 57, la foto de Cotula australis por error. Esta última especie tiene una referencia en la página 46, dentro del texto referente a la especie de su mismo género Cotula australis.



Coronopus didymus 


Ambas son especies asilvestradas, con convergencia evolutiva en sus hojas, siendo la crucífera sudamericana y la compuesta australiana.

-La melisa (Melissa officinalis), en la página 80, no aparece en el índice ni de nombres científicos ni de nombres comunes.



---Especies a añadir (silvestres y cultivadas) al catálogo del citado libro:

-Acer platanoides (Arce real). Cultivado.Las hojas se ponen amarillentas antes de caer en noviembre.
-Sagina apetala (sagina de 4 sépalos). Tapias de la zona de La Pica
-Silene gallica (Colleja anual)
-Gnaphalium luteo-album (Borrosa anual ) Aparece en una cantera abandonada
-Senecio sylvaticus. En bordes de brezal-helechal en La Pica
-Lepidium latifolium (Rompepiedras).  Herbácea vivaz que puede alcanzar 1 m de altura con hojas caulinares lanceoladas y de más de 1 cm de anchas. Cultivada.
-Cardaria draba (Mastuerzo bárbaro) 
-Ribes rubrum (Grosellero). Cultivado
-Scutellaria minor (Tercianaria). En la zona húmeda de La Pica
-Cytisus multiflorus (Escoba de flores blancas). En taludes de El Alvareo.
-Gleditsia triacanthos (Acacia de tres espina). Cultivada. Fructifica  con grandes legumbres
-Ornithopus perpusillus. (Pie de Pájaro de flor blanca). En pastos de anuales entre las praderas de La Pica con acederilla
-Ornithopus pinnatus (Pie de pájaro de flor amarilla). En taludes de la Pica, florece en verano.





-Myrtus communis (Mirto mediterráneo) . Cultivado, ejemplares de unos 2 m.
-Potentilla montana
-Solanum tuberosum (Patatera)
-Celtis australis (Almez). Cultivado en el  Mirador de la Lastra.
-Smyrnium olusatrum (Apio caballar). En  la zona de Montehano, bordes de la  carretera.



Smyrnium olusatrum



-Romulea bulbocodium. En praderas de La Pica.
-Allium naepolitanum. Cultivada.




Texto y fotos: G. Valdeolivas, J. Goñi, A. Ruiz y J. Berzosa.



lunes, 8 de enero de 2018

Soba y Parque Natural de los Collados de Asón 

El término municipal de Soba comprende unos 220 Km2 con altitudes más bajas en los poco más de 100 m de Casatablas, en el desfiladero del río Gándara, que se unirá al río Calera cerca ya de Ramales y luego al río Asón. Este, tras bajar por el pueblo que lleva su nombre, llega a Arredondo y gira hacia el este, hacia  Ruesga, donde va para…“Riba de… Ruesga”… Por fin, el río sale a Ramales. Las altitudes máximas superan los 1600 m,  como  ocurre en el Picón del Fraile, cerca del puerto de Lunada, carretera que limita el espacio del Parque Natural, así como los puertos de Collados de Asón y de la Sía.
El sustrato geológico está dominado por calizas cretácicas, con algunos afloramientos de areniscas y margas.  A estas rocas se añaden materiales cuaternarios como las morrenas glaciares, una es escalada por la propia carretera del puerto de los Collados.



Cascada del Asón con su valle en forma de U


Al otro lado del río cerca de la cascada del Asón, se puede ver como  bosques distintos se suceden lateralmente: encinar perenne con hayedo caducifolio, con mucho contraste de color otoñal. Hacia el río encontramos distintas especies como tilos de pelos rojos (Tilia cordata), fresnos, olmos montanos, cornejos, mostajos, espinos albares (algunos parasitados por muérdagos), incluso higueras de hojas otoñales amarillas. Algunas plantas lianoides se descuelgan de las copas arbóreas hasta el suelo, caso de las clemátides (Clematis vitalba), con tallos que alcanzan los 11 cm de circunferencia, van perdiendo sus hojas en otoño y  conservan parte de sus frutos plumosos. Grandes herbáceas pueden superar los 2 m de altura, caso de la angelica silvestre (Angelica sylvestris), la canabina (Eupatorium cannabium) o la salicaria (Lythrum salicaria).
Avellanos, alisos y sauces son las especies arbóreas más ligadas al agua. Entre los sauces, aquí se puede ver el de hoja estrecha (Salix eleagnos), con los más frecuentes sauces blancos y salgueros negros. Otro sauce de la zona tiene las hojas opuestas (Salix purpurea), en lugar de alternas como los anteriores o los más escasos y de envés peloso: sauce orejudo (Salix aurita), sauce cantábrico (S. cantabrica) y sauce cabruno (S. caprea).



Salix aurita

Turberas y humedales de altitud son colonizados por plantas como brezos de turbera (Erica tetralix)  y tréboles de agua (Menyanthes trifoliata). Esta especie no es un verdadero trébol, más bien es cercana evolutivamente a las gencianas, de las que se encuentran siete especies en la zona: la famosa genciana amarilla (Gentiana lutea) y otras seis de flores azules o violáceas: G.occidentalis, G. pneumonanthe (la que más se acerca a la costa), G. verna y G. boryi (pequeña planta que se localiza desde aquí hasta las cercanías del puerto del Escudo y en otras dos cordilleras españolas). Las dos especies restantes poseen 4 pétalos (en lugar de 5) y sus corolas ciliadas: Gentianella campestris y Gentianella ciliata.



Gentianella campestris

Hojas parecidas a las de la genciana amarilla tiene una planta venenosa, la vedegambre (Veratrum album), de flores muy distintas, y que resulta tóxica. Otra venenosa de zonas altas es el acónito azul (Aconitum napellus). Su pariente de flor amarilla (A. vulparia) es más frecuente en Cantabria, incluso baja a las cercanías de la costa en municipios como Riotuerto o Santillana del Mar.
Los abedulares suponen otro bosque de la zona, suelen acompañarse de serbales de cazadores y de tejos. Las herbáceas nemorales del hayedo florecen ya a finales de invierno como hace la acederilla  blanca (Oxalis acetosella), cuyas hojas, ricas en ácido oxálico,  se puede mover  a lo largo del día. Un extraño moho mucilaginoso amarillo, el  mixomicete Fuligo septica  puede verse entre la madera en descomposición cercana a las alfombrantes acederillas.



El mixomicete Fuligo septica junto a hoja de Oxalis acetosella (Foto: Fernando Moreno)



Oxalis acetosella

También hay plantas que han abandonado la clorofila fotosintética, es el caso de la saprófita orquídea nido de ave (Neottia nidus-avis), que recuerda un tanto a los parásitos jopos de lobo (Orobanche rapum-genistae). La mayoría de las orquídeas poseen simbiosis con hongos pero poseen hojas verdes. Entre las que llegan a mayor altitud destacar la orquídea negra (Nigritella gabasiana), la orquídea de flor verde (Coeloglossum viride) y la de flores blancas (Pseudorchis albida).  
Abundan en la zona plataformas calcáreas superficiales con grietas verticales, algunas apisonadas por el paso de hielos y con figuras de fósiles de los moluscos de los arrecifes cretácicos que las dieron origen. Estas zonas son colonizadas por plantas alfombrantes como las  gayubas (Arctostaphyllos uva-ursii), además de groselleros (Ribes alpinum), rosas no espinosas (Rosa pendulina), guillomos (Amelancheir ovalis); dejando los cortados y grietas a hipéricos de hojas redondas (Hypericum nummularium), anémonas blancas (Anemone pavoniana) y Potentilla alchemilloides, así como diversos helechos. Los matorrales calcáreos van colonizando estas zona con brezos (Erica vagans), genistas (Genista hispanica), pimientos silvestres (Vincetoxicum officinale) y los olorosos torviscos rosas (Daphne cneorum), una de las tres especies de su género en Cantabria y que muestra una distribución oriental en la región.    
En la zona nordeste del municipio hay encinares con abundante madroño sobre sustratos de areniscas, no como los típicamente calizos, lo que recuerda un tanto a lo que ocurre en Liébana. 
Por  lo que respecta a las gleras cercanas a la zona del Picón del Fraile, se puede localizar una escrofularia endémica de la Península Ibérica, la Scrophularia crithmifolia, parecida a la escrofularia canina (S. canina), especie más ampliamente distribuida, mientras en las zonas boscosas y húmedas destacan respectivamente  la escrofularia alpestre (S. alpestris) y la acuática (S. balbisii). A esta familia pertenecen las dedaleras o digitales, famosas por sus sustancias activas cardíacas como la digoxina, y con dos especies en la zona. Otras interesantes plantas son las primaveras de flores rosas, dos especies (Primula farinosa y P. integrifolia), a la que se añaden las 3 especies de flores amarillas y  cinco más pertenecientes a otros géneros de dicha familia de las primuláceas, en total once  especies en el municipio
El junquillo azul (Aphyllantes monspeliensis) se está extendiendo últimamente por la zona, cuando era una planta fundamentalmente del Valderredible, por lo que respecta a Cantabria. En una zona de Soba, cercana al límite provincial con Burgos  hay un reducto de unos 50 metros cuadrados del extraño licopodio (Lycopodium clavatum),  que muestra sus agrupaciones de esporas en otoño.

martes, 15 de agosto de 2017

Por el municipio de Reocín


Remontando el río Saja visitamos el municipio de Reocín, uno de los nueves valles de las Asturias de Santillana, que ha destacado a lo largo de la historia por la explotación minera. Ya en época romana se explotaban las calaminas –óxidos y carbonatos de zinc– y más recientemente la blenda –sulfuro de zinc–. Además de los minerales metálicos también se han aprovechado otras rocas industriales, como las calizas, para la obtención de áridos para la construcción.





Antigua cantera en La Veguilla



En el límite de las localidades de Valles y La Veguilla existe una cantera ya abandonada hace años en calizas cretácicas cenomanienses, con intercalaciones de areniscas que no dan burbujas de CO2 con el ácido clorhídrico.  Estas canteras abandonadas de forma crateriforme suelen desarrollar lagunillas con cierta salinidad aprovechada por plantas de marismas costeras para formar cañaverales, tal como también ocurre en la cantera de Mazaloma de Camargo.  Así, se pueden encontrar el escirpo marítimo (Bolboschoenus maritimus), de tallo triangular, y el junco marino (Juncus maritimus), con tallo cilíndrico acostillado. La primera es una ciperácea que en la cantera de La Veguilla se acompaña de otras especies de su familia: Carex punctataCarex cuprinaCarex pendulaIsolepis setacea y la invasora Cyperus eragrostis. El junco marino, por su parte, está acompañado por otras especies de su mismo género como el junco de médula interrumpida (Juncus inflexus), Juncus bulbosus, con espigas florales que pueden hacerse vivíparas, y Juncus bufonius



Juncus bulbosus


En el cañaveral existente también cobra importancia la espadaña de hoja estrecha (Typha domingensis), con sus hojas de 5,5 mm de anchura y sus espigas masculina y femenina separadas unos 2 cm. Sin embargo, en este cañaveral no entra el carrizo, aunque sí está presente en las orillas del río Saja, que discurre a 250 m. al norte. Se observan grandes herbáceas, superando incluso los 2 m. de altura como la cannabina (Eupatorium cannabinum), escrofularia acuática (Scrophularia balbisii) y la salicaria (Lythrum salicaria), con su pariente menor la hierba del toro (Lythrum junceum). La compuesta Inula conyza alcanza también los 180 cm. de altura.




Cañaveral en el fondo de la cantera.



Volviendo a  las gramíneas, cabe destacar la abundancia en la cantera abandonada del mijo de hojas pelosas (Panicum capillare) y Sporolobus indicus, especies tropicales con su metabolismo C4, sin entrar en la cantera el sorgo de espigas rojas (Sorghum halepense), más aficionada a los bordes de carretera. 




Panicum capillare colonizando el suelo de la antigua cantera.




Panicum capillare



Plantas rupícolas como la milamores (Centranthus ruber) y el clavel Dianthus hyssopifolius poseen flores rojizas, mientras que la carlina (Carlina vulgaris) las tiene amarillentas, al igual que la verdolaga común (Portulaca oleracea), planta que también frecuenta islotes costeros e, incluso, zonas urbanas.




Portulaca oleracea



También es abundante en el perímetro de la cantera el aladierno o almoraz (Rhamnus alaternus), con un notable ejemplar de 115 cm. de circunferencia en la base y 80 cm. en el tronco principal,  el cornejo (Cornus sanguínea) con sus frutos negros, higueras, sauce de hojas estrechas (Salix eleagnos) y alguna pequeña encina.

De las praderas y setos que rodean la cantera cabe destacar la presencia de tres especies de llantén (Plantago lanceolata, el más abundante y apreciado por el ganado vacuno, P. media, indicadora de mejores suelos, y P. major), el cardo mariano (Silybum marianum), estramonio (Datura stramonium) y la manzanilla loca (Anacyclus clavatus), además de vid silvestre, cuya pariente americana Parthenocissus quinquefolia repta con sus zarcillos por el suelo de la cantera.





Prado dominado por Plantago lanceolata, con estramonio.


Para reponer las calorías gastadas en la visita a esta zona se puede acudir al cercano restaurante Narcea y, tras la bien merecida comida, pasear hasta el río Saja y observar el nogal americano o pecán (Carya illionensis).



Carya illionensis




jueves, 27 de abril de 2017

DESEMBOCADURA DEL SAJA-BESAYA: Ría de San Martín de La Arena



La unión de los ríos Saja y Besaya ocurre en Torrelavega, bajo la autovía y aguas abajo de La Viesca. En este punto abundan los plátanos de sombra en la orilla y en el sotobosque la invasora Reynoutria japonica; una planta de su misma familia, el polígono trepador (Fallopia dumetorum) trepa sobre ella en una de sus pocas localidades conocidas en Cantabria. Cerca de la confluencia de ambos ríos hay también cañaverales de Scirpus lacustris y Sparganium erectum.



Fallopia dumetorum sobre Reynoutria japonica


Más abajo, en Hinojedo, la ría discurre entre el puerto de Requejada y el muelle de Asturiana de Zinc. Por detrás de este último se encuentra el cerro de La Masera, formado por estratos de areniscas y margas gris-oscuras horizontales de los que rezuma agua, hábitat apropiado para la juncia negra (Schoenus nigricans). De la misma familia ciperáceas, la juncia churrera (Scirpus holoschoenus) coloniza los muelles de este lado de la ría y también pasa a las dunas de la playa de Cuchía, en la otra orilla (Miengo). Las orillas siguen ocupadas por carrizales, mientras en las laderas se pueden ver herbazales de caña mediterránea (Arundo donax). Otra juncia, la marina (Bolboschoenus maritimus), forma también cañaverales en las marismas costeras y en la antigua cantera de Cuchía.

Continuando hacia el mar la ría pasa bajo roquedos cretácicos colonizados por un típico encinar cantábrico con otras especies perennes: madroño, labiérnago, aladierno, etc. Esta zona, conocida como Los Cantos, está atravesada por un sendero que permite contemplar olmo montano, boca de dragón menor (Misopates orontium), el cardo de nervios blanquecinos Galactites tomentosa o la gramínea esciófila Melica uniflora. En el muelle cercano, entre otras plantas cultivadas, hay un almendro cuyas hojas se tornan rojas en abril cuando da sus frutos.



Galactites tomentosa


En las márgenes del canal de la ría, junto al dique que lo delimita se puede observar sobre el fango un lecho de hojas de diferentes especies arbóreas arrastradas por la corriente.

Cerca ya de la desembocadura aparecen hábitats de marisma, constituidos por diferentes bandas o franjas de vegetación que se disponen espacialmente en función de su adaptación a la inundación diaria de las mareas: En las áreas descubiertas únicamente en la bajamar se encuentran praderas de Zostera noltii, tumbadas cuando el agua no las cubre, acompañadas de algas verdes y pardas.

Por encima de las praderas de zostera se pueden observar frecuentes salicornias anuales de tallos rectos y huecos florales similares (Salicornia dolicostachya) y, a continuación, sarcocornias perennes (Sarcocornia perennis) y verdolagas (Halimione portulacoides). No hay en la ría Sarcocornia fruticosa pero sí Suaeda vera, siendo ambas orillas de esta ría su única localidad regional conocida, subiendo hasta las escolleras existentes en Cudón.




Suaeda vera



En las áreas inundadas solamente en las pleamares aparecen bandas de hierba flecha marina (Triglochin maritima) y juncales marinos (Juncus maritimus) con Inula chrithmoides.

Un primer arenal anuncia la llegada a la playa de La Riberuca, con una plataforma intermareal bajo unas areniscas horizontales de las que cuelgan plantas como los helechos antojil (Osmunda regalis) y cabello de Venus (Adiantum capillus-veneris), brezos como el ciliado (Erica ciliaris) y sauces salgueros, tanto ejemplares masculinos como femeninos, así como matorrales de zarzaparrilla.

En este mismo arenal unos herbazales anuncian la presencia de una gramínea de origen aparentemente americano, aunque en Europa se conoce desde el siglo XVIII, con bellas espigas de unos 4 cm. de largo y nervios blanquecinos y sinuosos en el haz de las hojas, Spartina patens.



Spartina patens



Ya en el acantilado que bordea la desembocadura de la ría por el este se puede observar una pequeña mancha de acebuchal u olivar silvestre y, un poco más hacia el interior, otra mancha de melojar costero con ejemplares de bajo porte azotados frecuentemente por los vientos de procedencia marítima.



Acebuche u olivo silvestre



Un buen modo de acercarse a la desembocadura de la ría de Suances es utilizando la senda ciclable del Besaya, en el caso de la margen izquierda, o el acceso rodado a la cantera de Cuchía, junto al cual existe un agradable bar (La Cantera) en el que se pueden pagar comidas apostadas avisando el día anterior.

(Texto y fotos: Gonzalo Valdeolivas y Javier Berzosa)