martes, 15 de agosto de 2017

Por el municipio de Reocín


Remontando el río Saja visitamos el municipio de Reocín, uno de los nueves valles de las Asturias de Santillana, que ha destacado a lo largo de la historia por la explotación minera. Ya en época romana se explotaban las calaminas –óxidos y carbonatos de zinc– y más recientemente la blenda –sulfuro de zinc–. Además de los minerales metálicos también se han aprovechado otras rocas industriales, como las calizas, para la obtención de áridos para la construcción.





Antigua cantera en La Veguilla



En el límite de las localidades de Valles y La Veguilla existe una cantera ya abandonada hace años en calizas cretácicas cenomanienses, con intercalaciones de areniscas que no dan burbujas de CO2 con el ácido clorhídrico.  Estas canteras abandonadas de forma crateriforme suelen desarrollar lagunillas con cierta salinidad aprovechada por plantas de marismas costeras para formar cañaverales, tal como también ocurre en la cantera de Mazaloma de Camargo.  Así, se pueden encontrar el escirpo marítimo (Bolboschoenus maritimus), de tallo triangular, y el junco marino (Juncus maritimus), con tallo cilíndrico acostillado. La primera es una ciperácea que en la cantera de La Veguilla se acompaña de otras especies de su familia: Carex punctataCarex cuprinaCarex pendulaIsolepis setacea y la invasora Cyperus eragrostis. El junco marino, por su parte, está acompañado por otras especies de su mismo género como el junco de médula interrumpida (Juncus inflexus), Juncus bulbosus, con espigas florales que pueden hacerse vivíparas, y Juncus bufonius



Juncus bulbosus


En el cañaveral existente también cobra importancia la espadaña de hoja estrecha (Typha domingensis), con sus hojas de 5,5 mm de anchura y sus espigas masculina y femenina separadas unos 2 cm. Sin embargo, en este cañaveral no entra el carrizo, aunque sí está presente en las orillas del río Saja, que discurre a 250 m. al norte. Se observan grandes herbáceas, superando incluso los 2 m. de altura como la cannabina (Eupatorium cannabinum), escrofularia acuática (Scrophularia balbisii) y la salicaria (Lythrum salicaria), con su pariente menor la hierba del toro (Lythrum junceum). La compuesta Inula conyza alcanza también los 180 cm. de altura.




Cañaveral en el fondo de la cantera.



Volviendo a  las gramíneas, cabe destacar la abundancia en la cantera abandonada del mijo de hojas pelosas (Panicum capillare) y Sporolobus indicus, especies tropicales con su metabolismo C4, sin entrar en la cantera el sorgo de espigas rojas (Sorghum halepense), más aficionada a los bordes de carretera. 




Panicum capillare colonizando el suelo de la antigua cantera.




Panicum capillare



Plantas rupícolas como la milamores (Centranthus ruber) y el clavel Dianthus hyssopifolius poseen flores rojizas, mientras que la carlina (Carlina vulgaris) las tiene amarillentas, al igual que la verdolaga común (Portulaca oleracea), planta que también frecuenta islotes costeros e, incluso, zonas urbanas.




Portulaca oleracea



También es abundante en el perímetro de la cantera el aladierno o almoraz (Rhamnus alaternus), con un notable ejemplar de 115 cm. de circunferencia en la base y 80 cm. en el tronco principal,  el cornejo (Cornus sanguínea) con sus frutos negros, higueras, sauce de hojas estrechas (Salix eleagnos) y alguna pequeña encina.

De las praderas y setos que rodean la cantera cabe destacar la presencia de tres especies de llantén (Plantago lanceolata, el más abundante y apreciado por el ganado vacuno, P. media, indicadora de mejores suelos, y P. major), el cardo mariano (Silybum marianum), estramonio (Datura stramonium) y la manzanilla loca (Anacyclus clavatus), además de vid silvestre, cuya pariente americana Parthenocissus quinquefolia repta con sus zarcillos por el suelo de la cantera.





Prado dominado por Plantago lanceolata, con estramonio.


Para reponer las calorías gastadas en la visita a esta zona se puede acudir al cercano restaurante Narcea y, tras la bien merecida comida, pasear hasta el río Saja y observar el nogal americano o pecán (Carya illionensis).



Carya illionensis




jueves, 27 de abril de 2017

DESEMBOCADURA DEL SAJA-BESAYA: Ría de San Martín de La Arena



La unión de los ríos Saja y Besaya ocurre en Torrelavega, bajo la autovía y aguas abajo de La Viesca. En este punto abundan los plátanos de sombra en la orilla y en el sotobosque la invasora Reynoutria japonica; una planta de su misma familia, el polígono trepador (Fallopia dumetorum) trepa sobre ella en una de sus pocas localidades conocidas en Cantabria. Cerca de la confluencia de ambos ríos hay también cañaverales de Scirpus lacustris y Sparganium erectum.



Fallopia dumetorum sobre Reynoutria japonica


Más abajo, en Hinojedo, la ría discurre entre el puerto de Requejada y el muelle de Asturiana de Zinc. Por detrás de este último se encuentra el cerro de La Masera, formado por estratos de areniscas y margas gris-oscuras horizontales de los que rezuma agua, hábitat apropiado para la juncia negra (Schoenus nigricans). De la misma familia ciperáceas, la juncia churrera (Scirpus holoschoenus) coloniza los muelles de este lado de la ría y también pasa a las dunas de la playa de Cuchía, en la otra orilla (Miengo). Las orillas siguen ocupadas por carrizales, mientras en las laderas se pueden ver herbazales de caña mediterránea (Arundo donax). Otra juncia, la marina (Bolboschoenus maritimus), forma también cañaverales en las marismas costeras y en la antigua cantera de Cuchía.

Continuando hacia el mar la ría pasa bajo roquedos cretácicos colonizados por un típico encinar cantábrico con otras especies perennes: madroño, labiérnago, aladierno, etc. Esta zona, conocida como Los Cantos, está atravesada por un sendero que permite contemplar olmo montano, boca de dragón menor (Misopates orontium), el cardo de nervios blanquecinos Galactites tomentosa o la gramínea esciófila Melica uniflora. En el muelle cercano, entre otras plantas cultivadas, hay un almendro cuyas hojas se tornan rojas en abril cuando da sus frutos.



Galactites tomentosa


En las márgenes del canal de la ría, junto al dique que lo delimita se puede observar sobre el fango un lecho de hojas de diferentes especies arbóreas arrastradas por la corriente.

Cerca ya de la desembocadura aparecen hábitats de marisma, constituidos por diferentes bandas o franjas de vegetación que se disponen espacialmente en función de su adaptación a la inundación diaria de las mareas: En las áreas descubiertas únicamente en la bajamar se encuentran praderas de Zostera noltii, tumbadas cuando el agua no las cubre, acompañadas de algas verdes y pardas.

Por encima de las praderas de zostera se pueden observar frecuentes salicornias anuales de tallos rectos y huecos florales similares (Salicornia dolicostachya) y, a continuación, sarcocornias perennes (Sarcocornia perennis) y verdolagas (Halimione portulacoides). No hay en la ría Sarcocornia fruticosa pero sí Suaeda vera, siendo ambas orillas de esta ría su única localidad regional conocida, subiendo hasta las escolleras existentes en Cudón.




Suaeda vera



En las áreas inundadas solamente en las pleamares aparecen bandas de hierba flecha marina (Triglochin maritima) y juncales marinos (Juncus maritimus) con Inula chrithmoides.

Un primer arenal anuncia la llegada a la playa de La Riberuca, con una plataforma intermareal bajo unas areniscas horizontales de las que cuelgan plantas como los helechos antojil (Osmunda regalis) y cabello de Venus (Adiantum capillus-veneris), brezos como el ciliado (Erica ciliaris) y sauces salgueros, tanto ejemplares masculinos como femeninos, así como matorrales de zarzaparrilla.

En este mismo arenal unos herbazales anuncian la presencia de una gramínea de origen aparentemente americano, aunque en Europa se conoce desde el siglo XVIII, con bellas espigas de unos 4 cm. de largo y nervios blanquecinos y sinuosos en el haz de las hojas, Spartina patens.



Spartina patens



Ya en el acantilado que bordea la desembocadura de la ría por el este se puede observar una pequeña mancha de acebuchal u olivar silvestre y, un poco más hacia el interior, otra mancha de melojar costero con ejemplares de bajo porte azotados frecuentemente por los vientos de procedencia marítima.



Acebuche u olivo silvestre



Un buen modo de acercarse a la desembocadura de la ría de Suances es utilizando la senda ciclable del Besaya, en el caso de la margen izquierda, o el acceso rodado a la cantera de Cuchía, junto al cual existe un agradable bar (La Cantera) en el que se pueden pagar comidas apostadas avisando el día anterior.

(Texto y fotos: Gonzalo Valdeolivas y Javier Berzosa)

martes, 24 de enero de 2017

POR LOS BARRANCOS DE SOMAHOZ (LOS CORRALES DE BUELNA)





El arroyo de la Canal de las Tejeras desciende hacia el pueblo de Somahoz a través de cascadas y pozos excavados entre areniscas triásicas con roquedos colonizados por especies de helechos como Woodwardia radicans (Helecho radicante) y Vandenboschia speciosa, helecho de frondes translúcidas que cubre una zona de la margen del río de unos 20 metros de longitud.
Ambas especies se encuentran protegidas por la Directiva Hábitat y forman helechales típicos de zonas muy húmedas.


Woodwardia radicans 


Vandenboschia speciosa



Vandenboschia speciosa


Además, en esta época invernal se pueden observar otras especies de helechos, como el escaso Dryopteris carthusiana o los más habituales Dryopteris affinis, D. filix-mas, Polystichum setiferum, Blechnum spicant, Phyllitis scolopendrium, Asplenium onopteris, A. adiantum-nigrum, A. trichomanes o el habitualmente epífito Polypodium vulgare. También en zonas más abiertas se ven las frondes aéreas decoloradas del helecho común (Pteridium aquilinum).


Soros de Asplenium onopteris



Phyllitis scolopendrium



Soros de Phyllitis scolopendrium


Se trata de un hábitat de bosque húmedo con roble cajiga, castaño, haya, olmo montano, avellano en flor invernal, así como los botones azules (Jasione laevis) con sus rosetas de hojas basales. También hay arándanos y brezos, incluyendo el arbóreo (Erica arborea) que aquí baja a unos 200 metros de altitud.
Las madreselvas comunes (Lonicera periclymenum) conservan las hojas aún en enero entre las trepadoras, mientras la zarzaparrilla (Smilax aspera), normalmente típica de zonas más secas, también es relativamente abundante.

En las orillas de las cascadas se da una comunidad característica con especies como Saxifraga hirsuta (saxífraga de hojas de envés rojo), Chrysosplenium oppositifolium, Cardamine raphanifolia, Lamiastrum galeobdolon, Sibthorpia europea, Carex sylvatica y Luzula sylvatica.


 Saxifraga hirsuta