jueves, 27 de abril de 2017

DESEMBOCADURA DEL SAJA-BESAYA: Ría de San Martín de La Arena



La unión de los ríos Saja y Besaya ocurre en Torrelavega, bajo la autovía y aguas abajo de La Viesca. En este punto abundan los plátanos de sombra en la orilla y en el sotobosque la invasora Reynoutria japonica; una planta de su misma familia, el polígono trepador (Fallopia dumetorum) trepa sobre ella en una de sus pocas localidades conocidas en Cantabria. Cerca de la confluencia de ambos ríos hay también cañaverales de Scirpus lacustris y Sparganium erectum.



Fallopia dumetorum sobre Reynoutria japonica


Más abajo, en Hinojedo, la ría discurre entre el puerto de Requejada y el muelle de Asturiana de Zinc. Por detrás de este último se encuentra el cerro de La Masera, formado por estratos de areniscas y margas gris-oscuras horizontales de los que rezuma agua, hábitat apropiado para la juncia negra (Schoenus nigricans). De la misma familia ciperáceas, la juncia churrera (Scirpus holoschoenus) coloniza los muelles de este lado de la ría y también pasa a las dunas de la playa de Cuchía, en la otra orilla (Miengo). Las orillas siguen ocupadas por carrizales, mientras en las laderas se pueden ver herbazales de caña mediterránea (Arundo donax). Otra juncia, la marina (Bolboschoenus maritimus), forma también cañaverales en las marismas costeras y en la antigua cantera de Cuchía.

Continuando hacia el mar la ría pasa bajo roquedos cretácicos colonizados por un típico encinar cantábrico con otras especies perennes: madroño, labiérnago, aladierno, etc. Esta zona, conocida como Los Cantos, está atravesada por un sendero que permite contemplar olmo montano, boca de dragón menor (Misopates orontium), el cardo de nervios blanquecinos Galactites tomentosa o la gramínea esciófila Melica uniflora. En el muelle cercano, entre otras plantas cultivadas, hay un almendro cuyas hojas se tornan rojas en abril cuando da sus frutos.



Galactites tomentosa


En las márgenes del canal de la ría, junto al dique que lo delimita se puede observar sobre el fango un lecho de hojas de diferentes especies arbóreas arrastradas por la corriente.

Cerca ya de la desembocadura aparecen hábitats de marisma, constituidos por diferentes bandas o franjas de vegetación que se disponen espacialmente en función de su adaptación a la inundación diaria de las mareas: En las áreas descubiertas únicamente en la bajamar se encuentran praderas de Zostera noltii, tumbadas cuando el agua no las cubre, acompañadas de algas verdes y pardas.

Por encima de las praderas de zostera se pueden observar frecuentes salicornias anuales de tallos rectos y huecos florales similares (Salicornia dolicostachya) y, a continuación, sarcocornias perennes (Sarcocornia perennis) y verdolagas (Halimione portulacoides). No hay en la ría Sarcocornia fruticosa pero sí Suaeda vera, siendo ambas orillas de esta ría su única localidad regional conocida, subiendo hasta las escolleras existentes en Cudón.




Suaeda vera



En las áreas inundadas solamente en las pleamares aparecen bandas de hierba flecha marina (Triglochin maritima) y juncales marinos (Juncus maritimus) con Inula chrithmoides.

Un primer arenal anuncia la llegada a la playa de La Riberuca, con una plataforma intermareal bajo unas areniscas horizontales de las que cuelgan plantas como los helechos antojil (Osmunda regalis) y cabello de Venus (Adiantum capillus-veneris), brezos como el ciliado (Erica ciliaris) y sauces salgueros, tanto ejemplares masculinos como femeninos, así como matorrales de zarzaparrilla.

En este mismo arenal unos herbazales anuncian la presencia de una gramínea de origen aparentemente americano, aunque en Europa se conoce desde el siglo XVIII, con bellas espigas de unos 4 cm. de largo y nervios blanquecinos y sinuosos en el haz de las hojas, Spartina patens.



Spartina patens



Ya en el acantilado que bordea la desembocadura de la ría por el este se puede observar una pequeña mancha de acebuchal u olivar silvestre y, un poco más hacia el interior, otra mancha de melojar costero con ejemplares de bajo porte azotados frecuentemente por los vientos de procedencia marítima.



Acebuche u olivo silvestre



Un buen modo de acercarse a la desembocadura de la ría de Suances es utilizando la senda ciclable del Besaya, en el caso de la margen izquierda, o el acceso rodado a la cantera de Cuchía, junto al cual existe un agradable bar (La Cantera) en el que se pueden pagar comidas apostadas avisando el día anterior.

(Texto y fotos: Gonzalo Valdeolivas y Javier Berzosa)

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