jueves, 9 de junio de 2016

El entorno de la playa de San Julián en Liendo



El entorno de la playa de San Julián en Liendo representa un acantilado de arcilla rosada y yeso del periodo Triásico bordeado por el este por los paredones cretácicos del monte Candina.







En la pared de yeso al borde de la playa se forman a modo de estalactitas de sulfato cálcico y bajo ella se extiende una alfombra de la quenopodiácea Chenopodium murale, especie que también aparece en el Buciero y al pie del acantilado de una playa del municipio de San Vicente de La Barquera. 




Chenopodium murale bajo los yesos triásicos.



También se instala en la zona la leguminosa Tetragonolobus maritimus y la umbelífera Ligusticum pyrenaicum, ambas en uno de sus pocos puntos cercanos al mar.




Tetragonolobus maritimus


Otra umbelífera, el cardo corredor (Eryngium campestre) está parasitado por su jopo de lobo (Orobanche amethystea), de corola curvada en la base de unos 15 mm. de longitud, que encierra un ovario de 6 mm. y un estilo de 10 mm. que acaba en un estigma rojizo. El cardo corredor se acompaña en el acantilado que da al oeste (vista a Laredo y al Buciero) de una gramínea extraña en la costa (Aegilops geniculata).





Orobanche amethystea parasitando al cardo corredor (Eryngium campestre)




Aegilops geniculata con viborera (Echium vulgare)


Las higueras (Ficus carica) frecuentan los desprendimentos calcáreos así como los olivos o acebuches (Olea europaea). Un cardo se ha extendido por aquí (Galactites tomentosa), como sus parientes Cirsium filipendulum y Pallenis spinosa. En otro tiempo se vieron por aquí otras asteráceas como Leuzea conifera y Senecio helenites; esta última especie de umbrías sigue con apetencias costeras en los acantilados asturianos de Vidiago. Dos especies de flores amarillas se asientan en la zona: el té del puerto (Sideritis hyssopifolia) y Parentucellia viscosa, con fama de semiparásita.




Parentucellia viscosa


Entre las aves, los colirrojos tizones anidan en los canchales calcáreos, bajo el canto de las chovas piquirrojas y el pausado vuelo de los buitres casi parados cuando el viento sopla del oeste.