lunes, 8 de enero de 2018

Soba y Parque Natural de los Collados de Asón 

El término municipal de Soba comprende unos 220 Km2 con altitudes más bajas en los poco más de 100 m de Casatablas, en el desfiladero del río Gándara, que se unirá al río Calera cerca ya de Ramales y luego al río Asón. Este, tras bajar por el pueblo que lleva su nombre, llega a Arredondo y gira hacia el este, hacia  Ruesga, donde va para…“Riba de… Ruesga”… Por fin, el río sale a Ramales. Las altitudes máximas superan los 1600 m,  como  ocurre en el Picón del Fraile, cerca del puerto de Lunada, carretera que limita el espacio del Parque Natural, así como los puertos de Collados de Asón y de la Sía.
El sustrato geológico está dominado por calizas cretácicas, con algunos afloramientos de areniscas y margas.  A estas rocas se añaden materiales cuaternarios como las morrenas glaciares, una es escalada por la propia carretera del puerto de los Collados.



Cascada del Asón con su valle en forma de U


Al otro lado del río cerca de la cascada del Asón, se puede ver como  bosques distintos se suceden lateralmente: encinar perenne con hayedo caducifolio, con mucho contraste de color otoñal. Hacia el río encontramos distintas especies como tilos de pelos rojos (Tilia cordata), fresnos, olmos montanos, cornejos, mostajos, espinos albares (algunos parasitados por muérdagos), incluso higueras de hojas otoñales amarillas. Algunas plantas lianoides se descuelgan de las copas arbóreas hasta el suelo, caso de las clemátides (Clematis vitalba), con tallos que alcanzan los 11 cm de circunferencia, van perdiendo sus hojas en otoño y  conservan parte de sus frutos plumosos. Grandes herbáceas pueden superar los 2 m de altura, caso de la angelica silvestre (Angelica sylvestris), la canabina (Eupatorium cannabium) o la salicaria (Lythrum salicaria).
Avellanos, alisos y sauces son las especies arbóreas más ligadas al agua. Entre los sauces, aquí se puede ver el de hoja estrecha (Salix eleagnos), con los más frecuentes sauces blancos y salgueros negros. Otro sauce de la zona tiene las hojas opuestas (Salix purpurea), en lugar de alternas como los anteriores o los más escasos y de envés peloso: sauce orejudo (Salix aurita), sauce cantábrico (S. cantabrica) y sauce cabruno (S. caprea).



Salix aurita

Turberas y humedales de altitud son colonizados por plantas como brezos de turbera (Erica tetralix)  y tréboles de agua (Menyanthes trifoliata). Esta especie no es un verdadero trébol, más bien es cercana evolutivamente a las gencianas, de las que se encuentran siete especies en la zona: la famosa genciana amarilla (Gentiana lutea) y otras seis de flores azules o violáceas: G.occidentalis, G. pneumonanthe (la que más se acerca a la costa), G. verna y G. boryi (pequeña planta que se localiza desde aquí hasta las cercanías del puerto del Escudo y en otras dos cordilleras españolas). Las dos especies restantes poseen 4 pétalos (en lugar de 5) y sus corolas ciliadas: Gentianella campestris y Gentianella ciliata.



Gentianella campestris

Hojas parecidas a las de la genciana amarilla tiene una planta venenosa, la vedegambre (Veratrum album), de flores muy distintas, y que resulta tóxica. Otra venenosa de zonas altas es el acónito azul (Aconitum napellus). Su pariente de flor amarilla (A. vulparia) es más frecuente en Cantabria, incluso baja a las cercanías de la costa en municipios como Riotuerto o Santillana del Mar.
Los abedulares suponen otro bosque de la zona, suelen acompañarse de serbales de cazadores y de tejos. Las herbáceas nemorales del hayedo florecen ya a finales de invierno como hace la acederilla  blanca (Oxalis acetosella), cuyas hojas, ricas en ácido oxálico,  se puede mover  a lo largo del día. Un extraño moho mucilaginoso amarillo, el  mixomicete Fuligo septica  puede verse entre la madera en descomposición cercana a las alfombrantes acederillas.



El mixomicete Fuligo septica junto a hoja de Oxalis acetosella (Foto: Fernando Moreno)



Oxalis acetosella

También hay plantas que han abandonado la clorofila fotosintética, es el caso de la saprófita orquídea nido de ave (Neottia nidus-avis), que recuerda un tanto a los parásitos jopos de lobo (Orobanche rapum-genistae). La mayoría de las orquídeas poseen simbiosis con hongos pero poseen hojas verdes. Entre las que llegan a mayor altitud destacar la orquídea negra (Nigritella gabasiana), la orquídea de flor verde (Coeloglossum viride) y la de flores blancas (Pseudorchis albida).  
Abundan en la zona plataformas calcáreas superficiales con grietas verticales, algunas apisonadas por el paso de hielos y con figuras de fósiles de los moluscos de los arrecifes cretácicos que las dieron origen. Estas zonas son colonizadas por plantas alfombrantes como las  gayubas (Arctostaphyllos uva-ursii), además de groselleros (Ribes alpinum), rosas no espinosas (Rosa pendulina), guillomos (Amelancheir ovalis); dejando los cortados y grietas a hipéricos de hojas redondas (Hypericum nummularium), anémonas blancas (Anemone pavoniana) y Potentilla alchemilloides, así como diversos helechos. Los matorrales calcáreos van colonizando estas zona con brezos (Erica vagans), genistas (Genista hispanica), pimientos silvestres (Vincetoxicum officinale) y los olorosos torviscos rosas (Daphne cneorum), una de las tres especies de su género en Cantabria y que muestra una distribución oriental en la región.    
En la zona nordeste del municipio hay encinares con abundante madroño sobre sustratos de areniscas, no como los típicamente calizos, lo que recuerda un tanto a lo que ocurre en Liébana. 
Por  lo que respecta a las gleras cercanas a la zona del Picón del Fraile, se puede localizar una escrofularia endémica de la Península Ibérica, la Scrophularia crithmifolia, parecida a la escrofularia canina (S. canina), especie más ampliamente distribuida, mientras en las zonas boscosas y húmedas destacan respectivamente  la escrofularia alpestre (S. alpestris) y la acuática (S. balbisii). A esta familia pertenecen las dedaleras o digitales, famosas por sus sustancias activas cardíacas como la digoxina, y con dos especies en la zona. Otras interesantes plantas son las primaveras de flores rosas, dos especies (Primula farinosa y P. integrifolia), a la que se añaden las 3 especies de flores amarillas y  cinco más pertenecientes a otros géneros de dicha familia de las primuláceas, en total once  especies en el municipio
El junquillo azul (Aphyllantes monspeliensis) se está extendiendo últimamente por la zona, cuando era una planta fundamentalmente del Valderredible, por lo que respecta a Cantabria. En una zona de Soba, cercana al límite provincial con Burgos  hay un reducto de unos 50 metros cuadrados del extraño licopodio (Lycopodium clavatum),  que muestra sus agrupaciones de esporas en otoño.

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