Soba y Parque Natural de los Collados de Asón
El término municipal de Soba comprende unos 220 Km2 con altitudes más bajas en los
poco más de 100 m de Casatablas, en el desfiladero del río Gándara, que se
unirá al río Calera cerca ya de Ramales y luego al río Asón. Este, tras bajar por
el pueblo que lleva su nombre, llega a Arredondo y gira hacia el este, hacia Ruesga, donde va para…“Riba de… Ruesga”… Por
fin, el río sale a Ramales. Las altitudes
máximas superan los 1600 m, como ocurre en el Picón del Fraile, cerca del
puerto de Lunada, carretera que limita el espacio del Parque Natural, así como
los puertos de Collados de Asón y de la Sía.
El
sustrato geológico está dominado por calizas cretácicas, con algunos
afloramientos de areniscas y margas. A
estas rocas se añaden materiales cuaternarios como las morrenas glaciares, una
es escalada por la propia carretera del puerto de los Collados.
Cascada del Asón con su valle en forma de U
Al
otro lado del río cerca de la cascada del Asón, se puede ver como bosques distintos se suceden lateralmente: encinar
perenne con hayedo caducifolio, con mucho contraste de color otoñal. Hacia el
río encontramos distintas especies como tilos de pelos rojos (Tilia cordata), fresnos, olmos
montanos, cornejos, mostajos, espinos albares (algunos parasitados por
muérdagos), incluso higueras de hojas otoñales amarillas. Algunas plantas
lianoides se descuelgan de las copas arbóreas hasta el suelo, caso de las
clemátides (Clematis vitalba), con
tallos que alcanzan los 11 cm de circunferencia, van perdiendo sus hojas en
otoño y conservan parte de sus frutos
plumosos. Grandes herbáceas pueden superar los 2 m de altura, caso de la
angelica silvestre (Angelica sylvestris),
la canabina (Eupatorium cannabium) o
la salicaria (Lythrum salicaria).
Avellanos,
alisos y sauces son las especies arbóreas más ligadas al agua. Entre los
sauces, aquí se puede ver el de hoja estrecha (Salix eleagnos), con los más frecuentes sauces blancos y salgueros
negros. Otro sauce de la zona tiene las hojas opuestas (Salix purpurea), en lugar de alternas como los anteriores o los más
escasos y de envés peloso: sauce orejudo (Salix
aurita), sauce cantábrico (S.
cantabrica) y sauce cabruno (S.
caprea).
Salix aurita
Turberas
y humedales de altitud son colonizados por plantas como brezos de turbera (Erica tetralix) y tréboles de agua (Menyanthes trifoliata). Esta especie no es un verdadero trébol, más
bien es cercana evolutivamente a las gencianas, de las que se encuentran siete
especies en la zona: la famosa genciana
amarilla (Gentiana lutea) y otras
seis de flores azules o violáceas: G.occidentalis,
G. pneumonanthe (la que más se acerca
a la costa), G. verna y G. boryi (pequeña planta que se localiza
desde aquí hasta las cercanías del puerto del Escudo y en otras dos cordilleras
españolas). Las dos especies restantes poseen 4 pétalos (en lugar de 5) y sus
corolas ciliadas: Gentianella campestris
y Gentianella ciliata.
Gentianella campestris
Hojas
parecidas a las de la genciana amarilla tiene una planta venenosa, la
vedegambre (Veratrum album), de
flores muy distintas, y que resulta tóxica. Otra venenosa de zonas altas es el
acónito azul (Aconitum napellus). Su
pariente de flor amarilla (A. vulparia) es más frecuente en Cantabria, incluso
baja a las cercanías de la costa en municipios como Riotuerto o Santillana del
Mar.
Los
abedulares suponen otro bosque de la zona, suelen acompañarse de serbales de
cazadores y de tejos. Las herbáceas nemorales del hayedo florecen ya a finales
de invierno como hace la acederilla
blanca (Oxalis acetosella),
cuyas hojas, ricas en ácido oxálico, se
puede mover a lo largo del día. Un
extraño moho mucilaginoso amarillo, el
mixomicete Fuligo septica puede verse entre
la madera en descomposición cercana a las alfombrantes acederillas.
El mixomicete Fuligo septica junto a hoja de Oxalis acetosella (Foto: Fernando Moreno)
Oxalis acetosella
También hay
plantas que han abandonado la clorofila fotosintética, es el caso de la
saprófita orquídea nido de ave (Neottia
nidus-avis), que recuerda un tanto a los parásitos jopos de lobo (Orobanche rapum-genistae). La mayoría de las orquídeas poseen simbiosis
con hongos pero poseen hojas verdes. Entre las que llegan a mayor altitud
destacar la orquídea negra (Nigritella
gabasiana), la orquídea de flor verde (Coeloglossum
viride) y la de flores blancas (Pseudorchis
albida).
Abundan
en la zona plataformas calcáreas superficiales con grietas verticales, algunas
apisonadas por el paso de hielos y con figuras de fósiles de los moluscos de
los arrecifes cretácicos que las dieron origen. Estas zonas son colonizadas por
plantas alfombrantes como las gayubas (Arctostaphyllos uva-ursii), además de
groselleros (Ribes alpinum), rosas no
espinosas (Rosa pendulina), guillomos
(Amelancheir ovalis); dejando los
cortados y grietas a hipéricos de hojas redondas (Hypericum nummularium), anémonas blancas (Anemone pavoniana) y Potentilla
alchemilloides, así como diversos helechos. Los matorrales calcáreos van colonizando estas zona con brezos (Erica vagans), genistas (Genista hispanica), pimientos silvestres
(Vincetoxicum officinale) y los
olorosos torviscos rosas (Daphne cneorum),
una de las tres especies de su género en Cantabria y que muestra una
distribución oriental en la región.
En
la zona nordeste del municipio hay encinares con abundante madroño sobre
sustratos de areniscas, no como los típicamente calizos, lo que recuerda un
tanto a lo que ocurre en Liébana.
Por lo que respecta a las gleras cercanas a la
zona del Picón del Fraile, se puede localizar una escrofularia endémica de la
Península Ibérica, la Scrophularia
crithmifolia, parecida a la escrofularia canina (S. canina), especie más ampliamente distribuida, mientras en las
zonas boscosas y húmedas destacan respectivamente la escrofularia alpestre (S. alpestris) y la acuática (S. balbisii). A esta familia pertenecen
las dedaleras o digitales, famosas por sus sustancias activas cardíacas como la
digoxina, y con dos especies en la zona. Otras interesantes plantas son las
primaveras de flores rosas, dos especies (Primula
farinosa y P. integrifolia), a la
que se añaden las 3 especies de flores amarillas y cinco más pertenecientes a otros géneros de
dicha familia de las primuláceas, en total once
especies en el municipio
El
junquillo azul (Aphyllantes monspeliensis) se está extendiendo últimamente por
la zona, cuando era una planta fundamentalmente del Valderredible, por lo que
respecta a Cantabria. En una zona de Soba, cercana al límite provincial con
Burgos hay un reducto de unos 50 metros
cuadrados del extraño licopodio (Lycopodium
clavatum), que muestra sus agrupaciones de esporas en
otoño.