El monte Endino: sus rosáceas y otras especies
Los conglomerados triásicos del monte Endino alcanzan los
1548 m en su cumbre y están limitados por dos carreteras que lo cruzan de norte
a sur: una, al oeste, va de Espinilla (Campoo de Suso) a Brañosera (Palencia),
donde se estableció el primer ayuntamiento de España, pasando el Collado de
Somahoz, de 1240 m de altitud, al pie mismo de la cima del Endino; la otra, al
este, sube del pueblo de Villaescusa (Campoo de Enmedio) al puerto del Bardal,
de 1120 m de altitud, de donde sale senderizada una ruta de subida al Endino.
Otras dos carreteras lo cruzan al norte y sur, respectivamente:
la de Izara a Suano y Población de Suso, saliendo a la ladera norte del Collado
de Somahoz; y la de la cima del propio Collado de Somahoz a Mata de Hoz
(Valdeolea) y al río Camesa, indicando que esta zona suroeste de Cantabria
vierte sus aguas al Duero.
En la cima del puerto del Bardal, donde se inicia la senda, a
finales de verano una gramínea de más de 1 m de altura forma una población que
relaciona la botánica con la medicina, pues se trata de la grama de las boticas
(Elymus repens), con sus espiguillas de varias flores saliendo
directamente del eje de la inflorescencia, al que apunta la parte ancha de la
espiguilla y no su borde.
La senda se inicia con el bosque de robles enfrente, que nos acompañará hasta los 1400 m de altitud y un brezal-pastizal en su borde. Aquí el anuncio del otoño lo hacen las flores azules de la Scilla autumnalis.
El robledal aparece dominado por roble albar (Quercus
petraea) y su híbrido con el roble cajigo (Q. robur), llamado Quercus
x rosacea.
Además, aparecen hayas, avellanos, abedules, sobre todo
jóvenes, serbales de cazadores, mostajos, arraclanes y acebos. Los perales silvestres (Pyrus cordata)
se les ve regenerando en el brezal. Escobas (Genista florida), de hojas
simples y agallas numerosas, y brezos arbóreos (Erica arborea) salpican
los bordes del bosque sin formar escobonales típicos de sustitución del bosque,
siendo también frecuentes los arándanos o raspanos (Vaccinium myrtillus).
La vara de oro (Solidago virgaaurea) se comporta aquí como nemoral, carácter también de la umbelífera Physospermum cornubiense.
Los grandes hormigueros de Formica rufa se pueden ver
a la entrada al bosque y plantas como el Teucrium scorodonia o el halimio
de hoja ancha (Halimium alyssoides) gustan de acercarse a las
construcciones de las sociales hormigas.
El brezal de borde del bosque posee especies como Erica
cinerea, E. vagans, Daboecia cantabrica, Ulex gallii, Halimium alyssoides,
Eryngium campestre y Serratula tinctoria, siendo abundantes los saltamontes
Oedemera y Tettigonia.
Desde el pueblo de Izara, una pista sube al monte Tabla, en la ladera norte del Endino, al principio atravesando un brezal y llegando a un bosque de abedules y hayas, también con robles híbridos, arbustos como el Viburnum opulus, de hojas lobuladas, y grandes herbáceas como Laserpitium latifolium, de frutos alados.
A partir de ahora se añaden Calluna vulgaris, Gentiana lutea y Potentilla erecta, mientras las quitameriendas (Merendera pyrenaica), con sus 6 estambres y 3 estilos, parece aumentar de densidad y asomarse casi a los riscos del norte, donde llega un hayedo.
Pero hay que destacar, en la entrada al bosque, el escaramujo Rosa caesia, con sus frutos rojos de sépalos persistentes y erectos, pedúnculos con glándulas y folíolos sin glándulas y con tomento por el envés, con el final de 3,8 x 2 cm y estípulas de 14 mm glandulares. Otras rosas silvestres se encuentran por la zona, como Rosa micrantha, Rosa andegavensis o la más baja Rosa pimpinellifolia.